lunes, 14 de noviembre de 2011

EL RETORNO DE LA GAUCHITA
Por Paco Fernández
Director del Servicio de Información e Investigación sobre la Lengua (SIL)
Universidad Nacional de Salta
“Ha pasado tanto tiempo que parece imposible volver al ayer, cuando una
familia integrada por los padres, Susana y Eduardo, y sus hijos, Vicente,
Andrea y Viviana, sacaban, como de la galera de un mago, esta
publicación bautizada "La Gauchita", que anduvo por los pueblos, por
las provincias, por la patria toda. Luego viajó a otros países, caminó
los mapas y llegó como una vocera de la cultura de Salta a todos los
continentes de la tierra” escribe el poeta Eduardo Ceballos en la página web de La Gauchita, que se encuentra en la dirección www.lagauchitadesalta.com.ar .

Más adelante continúa: “Desde una humilde familia creció un sueño que, con el correr de los
años, se hizo universal. Cada paso está documentado y crece el asombro
cuando se ven los testimonios de lo actuado”. Ese sueño se realizó durante una década. Sin embargo, el imperio del Mercado determinó que no podía seguir: había imperiosas necesidades económicas que lo impedían. A pesar de todo, la voluntad, el amor por el idioma y la cultura popular y el empuje que otorga la pasión por hacer y crear, es más fuerte que el señorío liberal: nuevamente se reunió la familia, esta vez fogoneada por los hijos, ya adultos, y determinaron que, a cualquier costo y esfuerzo, debían resucitar a esa “gauchita” abandonada, aunque jamás olvidada. Y fue así como, el padre de la criatura, decidió que fuera presentada, nuevamente, a su público el primer día de noviembre que se aproxima.

La nueva Gauchita

El primer paso que dio en su renacimiento fue ocupar esta página web a la que nos referimos: allí se acumulan las tapas de cada uno de los números, a través de las cuales es posible acceder a sus páginas y recordar –para sus seguidores– todos los momentos vividos en aquella década.
Pero todo tiempo pasado es pisado por el olvido, porque la frágil
memoria humana pierde señales en el camino. Hasta que aparecieron los
días, en que un Luis del pueblo, armó el pesebre de los recuerdos,
buscando a ciegas por las estanterías del tiempo, para ir produciendo
una vidriera que honre el trabajo de tanta gente talentosa.

El milagro se produjo, ya están de nuevo casi todas las tapas y
estarán todas sus páginas, de este medio modesto que marcó presencia.

Si Ud. amigo lector, apareció alguna vez en La Gauchita, está allí,
con su nombre amplificado en el tiempo. La magia se dió: el ayer es
hoy y el hoy será mañana. Por mucho tiempo, La Gauchita seguirá
aportando y abriendo el corazón a todos los amigos que se acerquen.

Queremos que nos acompañen, que nos estimulen a crecer, a sobrevivir
en un mundo complicado. Le pondremos fuerza, amor, entusiasmo.
La Gauchita es nuestra, es de Salta y hace falta.

Cumplimos en presentar nuevamente el contenido de las históricas
revistas "La Gauchita" para que acompañe al lector ocasional. Allí
encontrará el sabroso fruto de lo que generosamente ofrecieron los
escritores de Salta, como un racimo memorioso de la raza, de la
historia, de sus fiestas y su canto.

Como pan bueno se ofrece para alimentar su vida, para acompañarlo por
las galerías del recuerdo. Que lleguen nuevas noticias a poblar de
pájaros nuestros espacios, que como lluvia fresca reverdece los campos interiores de cada uno y dibuje una sonrisa existencial.

Me quedo con mi mensaje anchuroso y provinciano. Gracias por acompañarnos.

Dedico este trabajo a cada uno de los amigos que lo hicieron posible
con su aporte generoso.

A mi familia, esposa, hijos y nietos que siempre están con la causa y
son la razón de mi existencia.

A Luis Dias y señora, que nos ayudan a sacar telarañas de las cosas de
la historia.

A los que vendrán con su viento nuevo a traer la semilla de la esperanza.

A todos con mucho afecto.

Gratitud para poetas, escritores, músicos, periodistas, artistas que
compartieron los sueños.

Gracias por el protagonismo que le pone color y magia a la cultura de Salta.



Eduardo Ceballos

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