viernes, 12 de agosto de 2011

ARTÌCULO Nª 35 DE EL TRIBUNO

PILDORITAS PARA UN BUEN HABLAR Y ESCRIBIR

“Palabras extranjeras”

Por Paco Fernández

Director del Servicio de Información e Investigación sobre la Lengua (SIL)

Universidad Nacional de Salta

Continuamos apreciando aquellas a las que llamo “pildoritas de la lengua” por su utilidad para el buen uso del idioma. Hoy me referiré a la cantidad apreciable de palabras y dicciones que incorporamos de lenguas extranjeras, en especial del inglés. Es entendible que, al ser un instrumento dinámico y cambiante –pero, asimismo, al tener contacto con otras lenguas, en el caso de compartir fronteras geográficas o hablarse, como en nuestro norte, otras lenguas aborígenes–, constituye un hecho de la realidad recibir términos y usos que provienen de otros idiomas, a veces por necesidad, otras por razones de prestigio y gusto de los hablantes.

El dinamismo de la lengua hablada

Existen dos motivos principales por los cuales, en la actualidad, se ha incrementado el ingreso de estas voces al castellano, además de las causas habituales que, hasta hace casi un siglo, motivaban dicho ingreso. En primer lugar, el avance de la ciencia y de la tecnología que día a día se acelera más aún, ha determinado que, también a diario, se note, en especial, el uso avasallante de anglicismos en español. En segundo lugar, la “hipercomunicación” que vivimos nos permite enterarnos más rápidamente de los cambios y avances que se producen en otros lugares, lo cual se refleja en la lengua. Antiguamente, antes de que tuviéramos la posibilidad de comunicarnos asiduamente, como nos pasa ahora, con nuestros semejantes, un cambio en la lengua demoraba un tiempo considerable: en ocasiones se trataba de años y hasta siglos. Sin embargo, en la actualidad, cuando un usuario (sobre todo si es un comunicador social o alguien relacionado con los medios televisivos o radiales) realiza una propuesta de cambio en la lengua (crea una palabra o una dicción), gracias a la rápida difusión y, sobre todo por el prestigio que ese personaje pueda tener en la comunidad, dicho cambio es difundido y aceptado casi inmediatamente. Por otra parte, hoy existe una conciencia más permisiva con respecto a las normas lingüísticas, lo que contribuye a esa rapidez.

Los extranjerismos

Recordemos algunas de estas palabras –todas están registradas en el “Diccionario panhispánico de dudas” de la RAE (2005)– que se han fijado en la memoria de los usuarios. Una de ellas es “aerobics”, voz inglesa que significa ´técnica gimnástica consistente en realizar ejercicio físico aeróbico al ritmo de la música´: ella posee su acepción castellana (´aeróbic´ o ´aerobic´). La primera es más frecuente (por lo que se la recomienda) y la segunda es aguda [´aerobík´, según su transcripción fonética]. Otra es “air-bag”, dispositivo de seguridad para los automóviles. La Academia recomienda escribirla ´airbag´ y pronunciarla tal como se escribe, con acento agudo en la última sílaba. “Baby-sitter”, debe sustituirse por “niñera”, aunque es usada en la conversación, por lo general. “Ballet” es voz francesa que pasó a nuestro idioma con idéntica escritura, por lo que debe escribírsela entrecomillada o con cursiva. También recomienda la castellanización ´balé´. “Ballottage”, francesa y en estos días muy usada, tiene su castellanización como ´balotaje´. Otra francesa es “beige”, para la que se recomienda la forma españolizada ´beis´, tanto para singular como para plural. “Blues”, término inglés que se pronuncia [blús], ha castellanizado como ´blus /bluses´. “Body” (´prenda ajustada de una sola pieza´) ha sido adaptada como ´bodi / bodis´, por lo que hay que preferirla. El anglicismo “by-pass”, por otra parte, debe escribirse castellanizado como ´baipás´, a la vez que el galicismo “cabaret”, tiene su correspondiente en nuestra lengua como ´cabaré´. “Blue jean” posee su contraparte en español, que es ´vaquero (pantalón)´, por lo que debe evitarse en la escritura formal.

Hay muchas palabras procedentes del inglés y pertenecientes a la jerga deportiva que han sido castellanizadas, por lo cual deben usarse de esa forma, como las siguientes: ´cácher´, por “cátcher”; ´cadi´, por “caddie / caddy”; ´rugbi´, por “rugby”, por lo que, quien practica este deporte, se denomina ´rugbista´. En lo que respecta a “round”, se recomienda suplir por la palabra ´asalto´.

En relación con palabras inglesas que son muy utilizadas en su forma original, el Diccionario citado recomienda lo siguiente: “short”, por ´pantalón corto´ (dice que en Venezuela se usa ´chor / chores´); “shampoo”, como ´champú´; “shopping” corresponde a ´centro comercial´; para “showman” debe usarse su traducción: ´animador´ o ´presentador´; a “show” lo considera un anglicismo innecesario, por lo que recomienda usar ´espectáculo´. En lugar de “sexy” debe usarse ´sexi´, pluralizándolo como ´sexis´. En lugar de “camping”, palabra de gran uso popular, existe su castellanización como ´campin / cámpines´, aunque está la genuina palabra ´campamento´ desde siempre, a la que se recomienda adherir. En cuanto a la selección de actores para el reparto de una película, “casting”, se ha castellanizado como ´castin´.

Un término inglés, “calcado” en español, que se ha introducido recientemente, es “casual”, con el sentido de “ropa informal, esporádica u ocasional”. Tal como dice la Academia, “Debe evitarse su uso con los sentidos de ´informal´ y ´esporádico u ocasional´, calcos semánticos censurables del inglés ´casual´”.

Por fin –razones de espacio limitan este tema que podría extenderse al infinito–, una palabra muy utilizada en el ámbito ciudadano es “container”, con su pronunciación inglesa como ´conteiner´, referida a un recipiente de grandes dimensiones para el almacenamiento y transporte de mercaderías. La norma aclara que su uso es innecesario porque existe, en español, la voz ´contenedor´, por lo cual hay que optar por esta y no por la palabra inglesa. Asimismo, el término tan utilizado, en la actualidad, “disc jockey” debiera escribirse, ya castellanizado, como ´disyóquey´. Hay gente, entre ellos muchos especialistas, que se resisten a incorporarla.

En síntesis

1) Anglicismo: palabra que proviene del inglés

2) Galicismo: del francés

3) Anglicismos no recomendables: “Blue jean” (debe ser ´vaquero´); “show” (espectáculo); “shopping” (´centro de compras´); “casual” (no usar con el sentido de ´informal´); “container” (´contenedor´); “showman” (´conductor´, ´animador´).

4) En todos los casos en los que deba escribirse una palabra extranjera, en general, habrá que destacarla con letra cursiva o con comillas.

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